viernes, 14 de mayo de 2010

Cuánta razón tiene Anabel Cornago, autora de este trabajo, cuando dice que uno de los mitos que con frecuencia se escucha es que las personas con autismo son incapaces de sentir o de mostrar empatía. ¡Cuánto daño han hecho las afirmaciones que asocian autismo con indiferencia o falta de sentimientos!

Las personas con autismo ríen, lloran, se enfadan, se asombran, tienen miedo, consuelan, desean, abrazan... Las emociones están ahí, si bien es cierto que la mayoría de las personas con autismo (no todas) puede tener problemas en expresarlas en el contexto adecuado o en interpretar la mímica y el lenguaje corporal de otras personas para asociarlos a una emoción.

Anabel comparte con todos nosotros El Libro de las Emociones, 83 páginas de ejercicios, pautas, consejos y material de trabajo con los que han trabajado los 2 últimos años con su hijo Erik.
Muchas gracias por compartirlo Anabel, has hecho un trabajo estupendo y nos va a ser de mucha utilidad.

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